09 noviembre 2014

A mis amigos, alumnos y clientes

Queridos amigos, alumnos de reiki y clientes:

Llevo mucho tiempo, reflexionando sobre la práctica del reiki. Sabéis muy bien que soy católico comprometido, y había cosas que han estado haciendo que no me sintiera cómodo con la práctica de esta disciplina, que estaban haciendo chirriar las alarmas de mi fe católica.

Sabéis que nunca he mezclado esta disciplina con la religión, más, siempre había mantenido que el reiki nada tenía que ver con ella, pero sí hay símbolos e invocaciones que son contrarios a mi fe.

Durante estos últimos tres días he estado recluido en un Santuario en profunda reflexión ante el único que puede juzgarme e iluminarme de verdad: el Señor, y he decidido, tras estas profundas meditaciones en ejercicios espirituales, dejar la práctica del reiki, pensando que aún ayudando con todo el amor con el que lo he practicado y enseñado, sí hay muchos elementos idolátricos en esta práctica.

A tomar esta decisión me han ido ayudando personas que comparten mi fe y que poco a poco me han hecho reflexionar cada vez más profundamente en esta toma de decisión, sus informaciones han sido decisivas para que dedicara estos días a poner mi vida en un orden adecuado. Gracias Diego. Gracias Antonio.

Esta decisión de dejar la práctica del reiki la he tomado para no crear más conflictos con mi fe y actuar como siempre me gusta actuar en todo: con coherencia.

Aquel día mirará el hombre a su Hacedor,  sus ojos contemplarán al Santo de Israel. Dejará de mirar a los altares hechura de  sus manos y obra de sus dedos; no mirará ni los palos sagrados ni los altares de incienso. (Is 17, 7-8)
A todos os pido comprensión, a los que habéis sido alumnos míos, os sugiero meditar sobre esto, y a los que sois católicos que os miréis en el espejo, en la fe, y toméis una decisión. Ya a Jesús, incluso su familia lo tachaban de loco (Mc 3, 21), si llegáis a pensar eso de mí, gracias, estoy en el camino correcto.

Continuaré ejerciendo todas las otras terapias naturales que tengo en mi mochila, os lo digo para que sigáis teniéndome, si es vuestro deseo, en la agenda para aquello en lo que pueda ayudaros.

Muchas gracias a todos, que Dios os bendiga, y la santa Virgen os proteja.

Juan Sánchez. 9 de noviembre de 2014.